¿Cómo     se define, entonces, la fimosis?           
                     Es la     incapacidad de reducir el prepucio por detrás del glande, en ausencia de     adherencia y en niños mayores de tres años. 
Según     muchos especialistas, la fimosis es muy rara en niños en que no hayan sido     sometidos a maniobras para reducir la adherencia durante los tres primeros     meses de vida. Existe la creencia en muchas personas, algunas ligadas a la     medicina, de que es bueno retractar el prepucio a muy temprana edad. Lo único     que se consigue es ocasionar grietas en la piel que conducen a una estrechez     cicatrizal.
¿Qué     es lo correcto hacer?           
                     Como la     estrechez prepucial y las adherencias rara vez ocasionan problemas en el     lactante o niño menor, lo más razonable es limitar la acción al aseo     –lavar solamente con agua– y esperar la resolución espontánea.
¿Qué     instrucciones debe saber la madre?           
        Debe     estar instruida al respecto y no manejar esta situación como un problema.     No permita que su hijo sea sometido a agresiones manuales o instrumentales     para desprender la adherencia bajo la excusa de un mejor aseo. Cualquier     tipo de maniobras, a esa edad, sólo produce dolor y trauma al niño. Eso se     comprueba en la consulta del pediatra cuando muchos preescolares y escolares     desarrollan verdaderos escándalos, ante la eventual repetición de un     episodio doloroso, cuando uno sólo quiere examinarlo. Es que,     verdaderamente, quedan huellas efectivas del dolor.
¿Es congénita la     fimosis?           
        En líneas generales se puede decir que a veces viene desde el mismo nacimiento, pero se trata de un caso poco frecuente que no alcanza a más de un diez por ciento de los niños. También puede ser el resultado o bien un efecto secundario de procesos inflamatorios generalmente producidos por manipulación indebida.
¿Puede significar algunos beneficios la operación realizada precozmente?
En     muchos países se ha postulado esto, pero en naciones desarrolladas se ha     demostrado, en la práctica, que no es así.
Se     ha pensado que la fimosis podría facilitar en el futuro la aparición de cáncer     u otras patologías; también que el prepucio acumula gérmenes responsables     de infecciones urinarias en los recién nacidos, pero en definitiva, lo único     claro es que esta piel protege al pene de irritaciones externas.
¿Se deben hacer masajes para soltar el prepucio?
El     prepucio sufre cambios importantes en el desarrollo del niño. Desde un     sello perfecto, la transformación celular hace que esta piel, espontáneamente,     se vaya separando del glande. Si su hijo llega a presentar síntomas de     fimosis, el aseo hay que dejarlo al agua y al jabón. Si no se produce la     mejoría espontánea, únicamente el pediatra puede fijar el momento de la     operación, el que raramente debe practicarse antes de los tres años y que     fácilmente puede esperar hasta la edad escolar, si es que no limita la     expulsión de la orina y el menor tampoco sufre de cuadros infecciosos muy     repetidos.
¿Cuáles son los riesgos de la manipulación?
La     reducción forzada del prepucio hace que el niño con estrechez se haga     constrictivo y se atasque por detrás del glande. Esto determina un rápido     aumento de volumen y una verdadera y progresiva estrangulación. Si bien es     cierto que la buena irrigación sanguínea evita un daño irreversible, la     situación es muy dolorosa y molesta para el niño. Requiere de un     tratamiento de urgencia.
¿Qué otra afección puede producirse en el glande?
Su     enrojecimiento con ulceraciones, e incluso costra del meato urinario, que     puede provocar una estrechez del orificio uretral. Se produce una molestia     interna al orinar, hasta la posibilidad de hacerlo con dolor, lo que sería     causado por una mezcla de factores como la orina amoniacal, infección, y     una respuesta de tipo personal alérgico o hiperreactividad.
 
¿Es rápida la operación para terminar con la fimosis?
Gracias     a los avances tecnológicos y farmacológicos podemos participar de las     enormes ventajas de la cirugía ambulatoria, que es toda aquella que permite     el alta precoz, es decir, el mismo día de la operación, y de la cual no     hay nada que temer.
¿Se utiliza anestesia en la intervención?
Por     supuesto que si, y hay muy poco nivel de riesgo tanto durante como después     de la operación, gracias a los avances que en esta materia también se han     producido en los últimos años.
Los anestésicos inhalantes actuales permiten una rápida inducción con mínima o nula pre medicación. El despertar también es rápido, con un máximo de lucidez y sin los vómitos, tan característicos de los antiguos anestésicos.

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fotos:http://www.mja.com.au/public/issues/178_04_170203/dew10610_fm.html


3 comentarios:
Muy buena la info y felicitaciones por el blog !!! Comparto plenamente tus comentarios sobre la fimosis y sería bueno que todos los pediatras nos convencieramos que no es necesario que los padres hagan ninguna maniobra sobre el pene de sus hijos.
Acá comparto un interesante artículo del MJA (Treating phimosis) https://mja.com.au/public/issues/178_04_170203/dew10610_fm.html
que suelo usar para explicar la fisiopatología de la fimosis.
el link es sin s= http://
http://www.mja.com.au/public/issues/178_04_170203/dew10610_fm.html
gracias por tu valioso aporte,sin duda un experto opino.
Comparto tambien totalmente los comentarios,y la informacion muy clara y de facil entendimiento , lamantablemente a veces cuesta cambiar los mitos urbanos instalados de larga data en la sociedad y sobretodo poruqe aun hoy endia, a pesar de estar claro que, en cuestion de fimosis, como le digo a los padres " se mira y no se toca" para no lesionar, aun algunos medicos indican masajes y ejercicios forzando la zona. Esperemos poner todos nuestro granito para desterrar estos habitos.
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